Sector del Higo

Historia

La provincia de Cartago junto con varios cantones de San José, conforma la región Central Oriental que posee una extensión territorial de 4.546 Km2 y con una población aproximada de 1.312.139 habitantes, para diciembre de 2011 (Miranda, Díaz, Hartley; p: 9).

En dicha región, se caracteriza por tener una altura sub-tropical húmeda que va desde los 1.600 a 3.000 msnm, con una temperatura promedio de 17º C, con precipitación anual de 2.600 mm de lluvia y con suelos de tipo vulcanológico; las cuales son características que las diferencian de las otras zonas del país favoreciendo el cultivo de la papa, cebolla y aguacate, dado que “la mayoría de familias dependen de estos cultivos”, (MAG, 2012) (Miranda, Díaz, Hartley; p: 9)

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A pesar que la producción no es a gran escala representa una “extra importante” que complementa los ingresos recibidos por las actividades principales. Sin embargo, en su calidad de producción familiar, presenta un limitado sentido de comercialización. Las familias productoras se han dedicado a esta actividad con el propósito de apoyar su sobrevivencia, no obstante, este criterio ha ido evolucionando y actualmente los productores jóvenes piensan no solo en incrementar el área sembrada sino también en explorar alternativas de industrialización de la fruta dado que actualmente se le agrega poco valor agregado. (Miranda, Díaz, Hartley; p: 4)


Panorama general de la cadena de Higo

Estructura del sector

Entre las razones por los cuales las familias se dedican al cultivo de higo en la zona se encuentran: 1. La higuera demanda pocas labores de mantenimiento, en promedio el productor le dedica un día al mes a realizar labores de mantenimiento y 2. Representa una entrada de ingresos inmediata para las familias (Miranda, Díaz, Hartley; p: 4).

El incipiente desarrollo de la actividad, ha estado estrechamente ligado a una estrategia de diversificación de ingresos de la familia, en la cual la producción de higo es secundaria, mientras su apuesta productiva se centra en otros productos, tales como la papa y cebolla principalmente. Este escaso desarrollo no ha permitido, generar flujos de información que permitan generar acciones que contribuyan a dinamizar este sector (Miranda, Díaz, Hartley; p: 4).

En este sentido el higo se constituye en un producto de segundo orden en cuanto a los ingresos de las familias, a pesar de la gran tradición de cultivo y el conocimiento y experiencia con que cuentan los productores. Esta particularidad lo hace un producto con alto potencial productivo y además la zona donde se cultiva cuenta con las características necesarias para ser producido a mayor escala. Estas razones motivaron que en el 2009 se realizara una encuesta a productores de higo, con el fin de explorar la situación actual de la actividad e identificar fortalezas para su sostenibilidad y desarrollo futuro, información que sustenta el análisis que se presenta acá (Miranda, Díaz, Hartley; p: 4).


Regiones

La provincia de Cartago posee condiciones agroecológicas y climáticas que facilitan la producción agropecuaria y frutal. De esta manera en su estructura productiva destacan productos como: Papa, cebolla, chayote, zanahoria, coliflor, remolacha, minivegetales, aguacate, higo, entre otros. En cuanto a la producción de higo esta, se localiza en la provincia de Cartago siendo los distritos de Tierra Blanca y Llano Grande de Cartago las principales zonas productos de esta fruta. Esta actividad está muy arraigada en las familias de esta zona, prácticamente en todos los patios de las casas, fincas y otros espacios, se observan higueras (Miranda, Díaz, Hartley; p: 4).


Componentes de la Cadena

Estructura de la cadena

Los productores de higo participan en una cadena productiva con limitado alcance nacional e internacional, aportando materia prima para la industria procesadora que también es local y provee productos semi procesados para otro tipo de industrias nacionales para la producción de diversos alimentos (Miranda, Díaz, Hartley; p: 10).

La cadena está conformada por los productores (fase agrícola), procesadores o industriales (fase de transformación o procesamiento), los comercializadores tanto intermediarios mayoristas como al detalle (fase de comercialización) y los consumidores, los cuales son básicamente nacionales y en muy pocas ocasiones se realizan exportaciones a otros mercados (fase de consumo) (Miranda, Díaz, Hartley; p: 10).

Las actividades agrícolas asociadas a este cultivo corresponden al establecimiento del huerto en dónde se efectúa la propagación que puede ser por estacas, acodo aéreo, injerto o bien por semilla. Aunque la práctica más generalizada entre los productores es la de estacas (Miranda, Díaz, Hartley; p: 11).


Actores de la cadena

En la siguiente figura se identifican a las familias productoras de higo como unidad de análisis con el propósito de comprender las respuestas a las presiones del mercado, de organización y de los factores institucionales (Miranda, Díaz, Hartley; p: 7).

En este sentido se trata de entender el hecho de que las familias son actores de varias cadenas, formando parte de un entorno socio productivo económico y ambiental. Por lo tanto la sostenibilidad de la familia depende de la relación y la posición que tenga dentro de las cadenas productivas en que participa (Miranda, Díaz, Hartley; p: 7)

En la región existen actualmente 3 pequeñas industrias que procesan el higo de la región. Todas ellas son empresas familiares con poco desarrollo gerencial y administrativo y la tecnología utilizada para la producción es rudimentaria. Dos de estas pequeñas empresas presentan integración vertical de su cadena pues utilizan como materia prima únicamente la fruta proveniente de sus propias plantaciones y venden su producto al por mayor y al detalle. Cuentan con equipo y tecnología básica para la industrialización del producto. La presentación y empaque de los productos es muy rudimentaria y la mayoría de los productos procesados no tienen marcas e incluso algunas industrias no cuentan con los permisos sanitarios respectivos para desempeñar sus actividades (Miranda, Díaz, Hartley; p: 12)


Localización

En el estudio realizado en el año 2009 (encuesta a productores), se pudo identificar una gran cantidad de personas que cultivan higo. Prácticamente existen árboles de higo en todas las casas de la zona Norte de Cartago lo cual hace difícil la cuantificación de los productores. Fue necesario entonces aclarar este punto con los funcionarios de ASA – MAG de Tierra Blanca de Cartago, y se llegó a la conclusión de que hay al menos unos 60 productores de higo que destinan su producción al mercado nacional . Entre ellos se encuentran aquellos que tienen la higuera en los patios como cercas vivas o en asocio con otros cultivos, también los que tienen una plantación compacta y los grandes productores (Miranda, Díaz, Hartley; p: 11)

La siembra de la higuera se realiza a partir del espacio disponible en las fincas o lotes de los agricultores, siguiendo la costumbre de hacer en donde “queda un espacio” en el jardín, patio, en las divisiones de las fincas o lotes o dónde el productor lo estime conveniente. En aquellas plantaciones más tecnificas se observa la siembra en hileras (Miranda, Díaz, Hartley; p: 11).


Instituciones y políticas

Actualmente existe presencia en zona de instituciones del Estado de apoyo a producción como por ejemplo una Agencia de Servicios Agropecuarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (ASA – MAG), así como del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA). No obstante, el apoyo y acompañamiento técnico a la producción de higo tiene grandes limitaciones. En opinión de Alberto Hernández , el INTA no cuenta por personal para atender a los productores de frutas de altura y el ASA de Tierra Blanca destina sus recursos principalmente al apoyo de productores de papa y cebolla (Miranda, Díaz, Hartley; p: 16).

No obstante, en coordinación con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), se han venido haciendo donaciones de higueras (arbolitos) con varios propósitos. En primera instancia se busca reforestar algunas áreas con este cultivo, lo cual favorece la protección de suelos y en segunda instancia busca diversificar la producción agrícola en la zona. Desde el año 2000 hasta la fecha se han entregado 2000 árboles (Miranda, Díaz, Hartley; p: 17).

Aunado a esto, existe algún tipo de capacitación en diversos temas relacionados con el procesamiento e industrialización, lo han recibido de las universidades públicas en diferentes momentos. Pero no han conducido a un proceso real de fortalecimiento de la cadena (Miranda, Díaz, Hartley; p: 17).


Gobernanza

En particular el análisis desarrollado hasta aquí nos muestra una débil cadena del higo, por cuanto la producción agrícola continúa siendo muy poco tecnificada y en muchos casos artesanal. Las familias reciben escaso apoyo técnico, y escasa capacitación que contribuyan a mejorar el manejo del cultivo, los tiempos de cosecha (Miranda, Díaz, Hartley; p: 26).

Por su parte el segmento de procesamiento, tiene las limitaciones de no contar con fruta todo el año. Asimismo la calidad suministrada por los agricultores es pobre en relación principalmente con el tamaño y el grado de madurez, con el agravante de que los productores no trabajan la fruta madura sino que solamente verde, lo cual les impide procesar otro tipo de productos. La industria muestra además limitaciones para innovar en el procesamiento de nuevos productos y el desarrollo de mercados que fortalezcan la cadena tanto a nivel nacional como internacional (Miranda, Díaz, Hartley; p: 26).

En general, el sector no cuenta con apoyo técnico de las instituciones del Estado en esta área, eventualmente se han realizado actividades de capacitación y apoyo pero no han sido suficientes como para evidenciar que se esté dando un proceso de fortalecimiento de la actividad. Las debilidades mostradas en los diferentes segmentos de la cadena vienen a condicionar las estrategias y acciones que es posible emprender para el desarrollo de la competitividad de la misma (Miranda, Díaz, Hartley; p: 26).

Por otra parte existe una empresa procesadora en la zona, que a diferencia de las otras industrias, no produce la materia prima, sino que compra toda la fruta a los productores de la zona. No existe ningún tipo de relación contractual (formal o informal) con los proveedores de higo. Esta empresa fija el precio de compra de la fruta y se ha convertido en el referente para la comercialización en fresco del producto (Miranda, Díaz, Hartley; p: 26)


Novedades

Noticias

Impulsan diversificación agrícola. Hoy en el Campus, UNA.

El pasado 28 de marzo en la ciudad de Tierra Blanca de Cartago, la Escuela de Ciencias Agrarias de la UNA, en conjunto con las otras universidades públicas del país, presentaron el libro: El cultivo del higo (Ficus carica) en Costa Rica, una guía para los productores, agroindustriales, investigadores, docentes y estudiantes interesados en la producción del cultivo del higo, con el fin de promover la diversificación agrícola.

Rafael Orozco, fue el encargado de presentar esta obra, la cual afirma, es el esfuerzo interdisciplinario de los investigadores de las universidades estatales de Costa Rica en respuesta a la necesidad de diversificar la oferta agrícola nacional, a través de la generación de nuevo conocimiento y desarrollo de tecnologías en cultivos no tradicionales.

“Tengo cinco años cultivando higo, lo vendo fresco a la fábrica y como dicen leer para aprender, yo vine a eso a conocer más para aplicarlo al trabajo”, aseguró Víctor Manuel Vargas, productor de la zona. Tanto frescos como secos los higos son una importante fuente natural de energía beneficios del consumo de higo.

“Este es un fruto que contiene sustancias que pueden ser utilizadas con fines terapéuticos. Se dice que su consumo, por el alto contenido en fibra es muy eficaz en trastornos intestinales, también por su contenido de potasio, hierro y vitamina C. Posee un alto contenido de polifenoles y antiocianinas, beneficiosos para personas con hipertensión arterial. Además, es útil para las afecciones respiratorias y el agua de la cocción se utiliza como laxante”, afirmó la especialista.

Para conocer más sobre el tema véase


Documentos

El higo y sus posibilidades de mercado. Sonia Barboza Flores, 05 de febrero del 2008.

Este proyecto tuvo como objetivo general “promover la diversificación agrícola del país mediante la generación de tecnologías para la producción e industrialización del cultivo del higo (Ficus carica), así como el establecimiento de nuevas alternativas de mercados y comercialización del producto, con el fin de mejorar las condiciones de vida de los productores”. Como parte de este se procuró el cumplimiento de objetivos específicos como el de “contar con información sobre el estado de la oferta y de la demanda de higo en el país, así como el comportamiento de los precios y de los canales de comercialización existentes” y, también, “recopilar información sobre la opinión de los consumidores con respecto a las características sensoriales de los productos elaborados a base de higo por el Centro de Investigación en Gestión Agroindustrial, así como medir la eventual intención de compra”.

Para estos efectos, se evaluaron distintos factores relacionados con la producción nacional y el uso actual del fruto en su estado fresco y procesado. Además, tomando como base el desarrollo de dos nuevos productos procesados, se hace una evaluación de estos para determinar la aceptación del producto en un mercado regional y para determinar los posibles ajustes que deban hacerse en la formulación del producto.

Para conocer más sobre el tema véase

Ficha técnica del Higo, según la FAO

En dicha ficha se puede encontrar, características generales del higo así como su valor nutricional, usos y mercados al igual que transformación del fruto.

Para conocer más sobre el tema véase


Bibliografía

  • Miranda, Donald, Rafael Díaz, Marjorie Hartley, El potencial de un producto secundario en un mercado tradicional producción de higo: Reflexiones para la promoción de un producto secundario. Caso de productores de Tierra Blanca de Cartago, a ser publicado en “Globalización y desafíos para la pequeña agricultura en Costa Rica: experiencias de organización y generación de servicios para el acceso a mercados”, editado por el Dr. Jean François Le Coq, el Dr. Fernando Sáenz Segura y el Dr. Guy Faure, Editorial EUNA, Heredia.


  • Contactos

  • Donald Miranda: donald.miranda.montes@una.cr